Con el tiempo, el musgo pierde su tonalidad verde y se torna marrón debido a los riegos y a su naturaleza orgánica. Incluso puede comenzar a desintegrarse después de un par de años.

Para cambiar el musgo y que tu kokedama vuelva a lucir una bola verde, el primer paso será cortar el hilo y el musgo que envuelve el sustrato con mucho cuidado de no deshacer la bola ni cortar las raíces.

Para cambiar el musgo coloca al placa de musgo nueva de sobre la mesa de trabajo y límpialo de restos de hojas o pequeñas ramas. Una vez limpio por las dos caras, vuelve a ponerlo sobre la mesa y pon la kokedama encima. Envuelve la bola como si fuera un vestido, hasta cubrir todo el sustrato.

Para poner el hilo, sujeta la kokedama envuelta en musgo con una mano. Coloca el extremo del hilo sobre el musgo, sujétala y da vueltas al hilo en diagonal alrededor de la bola. Un par de vueltas iniciales asegurará el hilo de manera que no se moverá.

Continúa girando la bola y enrollando el hilo hasta que el musgo esté bien sujeto y la kokedama tenga la forma deseada. Antes de cortar el hilo, pasa la bobina por debajo y haz un nudo. Corta el hilo y vuelve a anudar para ajustarlo.

Recorta cualquier exceso de musgo que sobresalga para obtener una forma más pulida, o déjalo si prefieres un aspecto más natural y «salvaje».