Para cuidar una planta que ha pasado sed, primero debemos identificar los signos de deshidratación: tierra completamente seca, hojas marchitas, arrugadas o caídas. Si la planta no se ha secado por completo, aún podemos recuperarla.

Pasos a seguir:

Eliminar las partes dañadas: Quita todas las hojas y ramas marchitas para ayudar a la planta a concentrar su energía en las partes sanas.

Rehidratar la planta: Si tu kokedama está seca sumérgela en un recipiente con agua hasta que dejen de salir burbujas. Esto asegura que la planta y el sustrato absorban suficiente agua.

Si está encharcada, cambia la bola sustituyendo el sustrato y colocando musgo nuevo.

Aprovecha el otoño y saca las plantas al exterior, aprovechando esta estación ofrece temperaturas y horas de luz similares a la primavera, lo que puede ayudar a la recuperación de las plantas. Coloca las plantas en una zona de sombra, evitando el sol directo para prevenir quemaduras. Si la temperatura baja demasiado, trae las plantas de vuelta al interior para protegerlas.

Adapta el riego: Con los días más cortos y menos necesidad de agua, ajusta la frecuencia y cantidad de riego. Deja secar más el sustrato entre riegos.